En el último mes he oido ya a varios referentes de producto (Marty Cagan, Christina Wodke, Joan Schneider entre otros) hablar sobre el alto fracaso de las ideas que tienen los equipos de producto. En resumen, sólo el 12,5% de las ideas son un éxito.
¿Por qué un 12,5%?
La mitad de las ideas son buenas.
La mitad de las ideas buenas se implementan bien.
La mitad de las ideas buenas bien implementadas son útiles para el usuario.
Esto pasa en buenos equipos de producto. Aceptar que en tu equipo pasa lo mismo, es el primer paso para mejorar tu proceso de trabajo.
Para crear un producto exitoso, es importante someter todas las ideas a un proceso de desarrollo que nos permita descartar las ideas que no aportan valor, cuanto antes. Desde la validación de la idea, hasta la ejecución de la solución y la aceptación del usuario, cada etapa es crucial para el éxito final del producto.
Validación de la idea
La validación de la idea es el primer paso del proceso. Si la idea no tiene un mercado potencial, no resuelve un problema real o no es técnicamente viable, entonces todo el esfuerzo invertido en el lanzamiento será en vano. Te dejo algunos consejos para validar una idea de producto:
Haz una investigación exhaustiva de mercado para entender a tu público objetivo, las necesidades del mercado y las tendencias actuales. Asegúrate de que hay suficiente demanda para tu idea y de que puedes resolver un problema real para tus clientes.
Investiga a tu competencia para entender lo que están haciendo bien y lo que están haciendo mal. Busca oportunidades para diferenciarte de ellos y ofrecer algo único.
Asegúrate de que la idea sea técnicamente viable. Comunícate con expertos en la industria para asegurarte de que puedas construir tu solución de manera eficaz y trabaja con el equipo de desarrollo para esbozar cómo será vuestra solución.
Ejecución de la idea
Una vez que se ha validado la idea, el siguiente paso es la ejecución de la solución. La ejecución no es sólo programar bien la idea, es conseguir realizar la implementación de tal forma que el usuario entienda que se ofrece y que el resultado alcance sus expectativas. Estos son algunos consejos para una buena ejecución:
Empieza pequeño. Los desarrollos pequeños te permiten aprender de cosas que no habías pensado en el diseño inicial. Elige la funcionalidad que más valor aporte al usuario e impleméntala la primera.
Diseña una solución que sea intuitiva y fácil de usar. Haz pruebas de usuario y obtén comentarios para mejorar el diseño antes de empezar la fase de desarrollo.
Asegúrate de que la solución se construya con calidad. Invierte en pruebas que garanticen que la solución está libre de errores y sea fiable.
Utilidad de la idea
La utilidad final de una idea se mide con el valor aportado al usuario final. Ni con feedback, ni con el NPS. Es el valor percibido por el usuario. El problema que tiene esta definición es que aunque es correcta, es poco accionable. Algunas de las prácticas que puedes implementar para cuantificar ese valor percibido por el usuario son:
Mide el uso de la funcionalidad. No importa cómo lo hagas (front, back, Google Analytics, Amplitude, ….), pero es importante que lo midas para poder tener un dato objetivo del uso. No se trata de conseguir 100 clics, se trata de entender el punto de partida para que en futuras iteraciones puedas ver si tus cambios tienen un impacto positivo o negativo.
Entiende la relación entre la madurez de tus usuarios al usar esa nueva funcionalidad. ¿Visitan más veces el producto aquellos usuarios que hicieron uso del botón? ¿Dejaron de darse de baja? ¿El precio medio de su carrito es más elevado?
Continúa mejorando la solución a lo largo del tiempo. Incorpora nuevas funcionalidades para mantener la solución actualizada y relevante. No tengas miedo a equivocarte por el camino. Lo importante es aprender qué valoran tus usuarios y qué no.
Los buenos equipos de producto, borran las funcionalidades que, tras haber pasado por todo este ciclo, no aportan valor al usuario final según los datos recogidos. Si no suma, resta.
En resumen, crear un producto exitoso es un proceso largo e intenso. Para tener éxito, es importante validar la idea, ejecutar bien la solución y medir la acogida del usuario.
Si haces esto, no mejorarás el ratio del 12,5%, conseguirás invertir el menor tiempo posible en el 87,5% de tus ideas malas y el máximo tiempo en el 12,5% de las ideas buenas.
Gracias por tan buen artículo! Tengo una duda, ¿que ocurriría en caso de que una idea salga adelante y en medio de alguna etapa el equipo se de cuenta de que no es buena? Quiero decir, ya se ha invertido tiempo y potencialmente dinero, por lo tanto se puede pensar que se ha perdido ese tiempo y dinero, o incluso por orgullo se desea continuar. ¿Cómo se debería proceder? Gracias por tan buen blog.