Respondo a una pregunta que se repite bastante. ¿Por qué usas Substack?
No monetizo a través de suscripciones
No uso las notas
No uso el chat
Entonces… ¿Qué me aporta?
La respuesta corta es que me da todo hecho. No tengo que pensar en formato, en cómo mandar emails, gestionar bajas, una página para recibir a nuevos suscriptores etc. Es la gracia de apoyarse en productos maduros, que te permiten empezar rápido, sin la necesidad de reinventar la rueda en cosas que no aportan valor.
Hace un año comencé a darle vueltas a la idea de montar este blog. Antes de empezar a escribir, es fundamental centrar el tiro. ¿Qué quiero contar? ¿A quién? ¿Cómo? Una vez tienes esto claro, puedes empezar, o eso pensaba yo. En el pasado, había escrito algún artículo ocasional, pero nunca me había comprometido a hacerlo de forma regular. Mi objetivo era escribir sobre temas de producto desde mi punto de vista, para generar conversaciones con profesionales del sector. Además, sabía que esto me podía ayudar a profundizar sobre temas clave del día a día.
Para conseguir este objetivo, podría haber utilizado un diario personal, pero publicarlo significaba exigirme mayor calidad y constancia. Durante los últimos años, si querías montar un blog, la respuesta era bastante sencilla: Wordpress, ya que si quieres algo básico, lo tienes funcionando rápido y si te quieres complicar hay un sin fin de plugins que te permiten hacer casi cualquier cosa. Para mí, la principal ventaja, es que es tu blog, dentro de tu dominio, en tu servidor y todo tuyo. La alternativa más común a Wordpress, y más aún los últimos 10 años, era una plataforma de escritores como Medium, hasta la aparición reciente de Substack.
Por tanto, cuando me decidí a empezar el blog estaba dividido entre Wordpress y Substack, esta situación se conoce en producto como el dilema de construir o comprar (Build vs Buy dilema). Este dilema se da cada vez que tienes que añadir una nueva funcionalidad a tu producto y tienes que valorar si quieres construirla o comprara (o licenciarla). Normalmente, en un equipo de producto tendemos a construirlo todo nosotros, pero es un error no analizar la opción de la compra ya que en más situaciones de las que nos gustaría creer, hace que seamos menos competitivos.
Ambas tienen sus ventajas e inconvenientes. Por un lado, construir la funcionalidad te permite desarrollarla según tus necesidades. Esto implica que tendrá un mejor encaje con el resto del producto y, además, todos los ingresos que generen se quedarán dentro de la empresa. Por otro lado, si compras la solución a un tercero, eres capaz de poner en producción esa solución mucho más rápido, empezar a operar por un coste mucho menor y simplificar tu operación derivando el soporte a la empresa que te vende el servicio.
En su momento analicé las alternativas de Wordpress y Substack bajo este prisma.
WordPress (Build)
Usar Wordpress implicaba correr el riesgo de convertir el proyecto en construir y desplegar un blog. WordPress te da la libertad para personalizar y diseñar prácticamente sin restricciones, puedes elegir entre varios temas y complementos (plugins), que te permiten adaptar el aspecto y las funcionalidades para crear un blog totalmente único y a medida.
¿Necesitaba eso? Yo creo que no. Hacer algo totalmente a medida tiene sentido cuando te quieres diferenciar en algo muy específico. Diferenciarse por deporte suele ser mala idea.
Substack (Buy)
Esta opción implicaba sacrificar toda la personalización por tiempo para escribir. Con Substack, obtienes una herramienta lista para usar, diseñada específicamente para la creación y gestión de artículos. La plataforma ofrece una experiencia sencilla y centrada en el contenido, con limitaciones en la personalización en comparación con WordPress. Substack proporciona una interfaz fácil de usar y se encarga de la mayoría de los aspectos técnicos, lo que me permitía concentrarme en escribir y construir una audiencia.
Para que os hagáis una idea, configuré Substack en aproximadamente 3 horas. En ese tiempo pude:
Crear una cuenta
Configurar tu perfil
Crear una página de inicio
Personalizar mi estilo en base al color y tipografía
Crear email de bienvenida
Crear email de baja
Configurar la distribución de correos electrónicos
Empezar a escribir mi primera publicación
Si hubiera querido hacerlo con Wordpress tendría que haberle sumado:
Obtener un dominio y alojamiento
Instalar WordPress
Elegir un tema
Personalizar el sitio
Instalar plugins
Crear la estructura de páginas sobre mi
Configurar la configuración del blog
Personalizar la barra lateral y el menú
Configurar comentarios y moderación
Utilizar productos comprados en vez de construidos, tiene otra ventaja que muchas veces se menosprecia. El producto sigue evolucionando después de comprarlo. Substack sigue trabajando para que escritores y lectores sigan teniendo una experiencia mejor dentro de la plataforma. Hay un product manager, que ha identificado que una funcionalidad de referidos nos vendría bien a todos los escritores y gracias a él, he podido compartirla con mis suscriptores en menos de 20 minutos (el mail del jueves). Por supuesto esto tiene una contraparte, yo no necesitaba una herramienta de referidos y aun así la tengo a mi disposición. Si Substack fuera de pago, no me habría hecho nada de gracia que mejorasen esta funcionalidad, en vez del editor de artículos o el cuadro de mando del escritor.
La próxima vez que tengas que desarrollar una funcionalidad para tu producto, plantéate utilizar algo que ya exista. Te sorprenderá la cantidad de empresas que ya hacen algo parecido a lo que quieres desarrollar y que cobran poco por ello.
Todo este articulo para contaros la razón del correo del jueves pasado, así que, ¡comparte Tenemos que hablar más de producto con un aficionado a producto y en septiembre quedamos a celebrarlo!
Como lectora Substack funciona como un tiro, un gusto descubrirte por aquí 🙂👏🏻