La semana pasada presentamos un nuevo producto a nuestros clientes. Un panel de control para monitorizar y centralizar todas sus operaciones. Ha sido el resultado de varios meses recogiendo feedback sobre sus necesidades y la acogida ha sido brutal. Todos los módulos han rascado una sonrisa de la cara en las demos que hemos hecho. Sin embargo, ha habido una frase que se ha repetido varias veces.
Nos vendría genial poder descargar los datos en CSV para hacer nuestros análisis.
Pánico.
Ningún usuario quiere descargarse un CSV.
Ninguno.
Esa frase me pone los pelos de punta. Un cliente que quiere descargar los datos para hacer sus análisis te está diciendo claramente, que no cree que tu producto sea capaz de resolverle el problema.
Lo único que me consuela en estas situaciones es que tu producto tiene datos valiosos. Ese petróleo del siglo XXI del que hablan algunos artículos. Aun así, el cliente piensa que de tu producto sólo se puede sacar crudo, no gasolina.
Entendiendo al usuario
Hay ciertas cosas que el usuario no quiere hacer en ningún producto:
Hacer login
Desactivar notificaciones
Reiniciar la aplicación
Son funcionalidades que interponemos entre el usuario y lo que realmente viene a hacer al producto.
Cuando el usuario te pide exportar los datos del producto a un CSV, quiere decir que tu producto ha llegado a un punto de madurez en el ámbito principal para el que se compró pero que todavía le falta para poder entrar a otros ámbitos de la empresa. Y por eso necesita sacar los datos, para poder continuar con un proceso en otro programa o peor, en un Excel.
Exportar a CSV en si no es malo. Aporta flexibilidad e interoperabilidad y por lo general, suele interesar a los usuarios más exigentes. El problema es que, desde un punto de vista de gestión de producto, te deja ciego de cara a identificar nuevas oportunidades. ¿Qué querría calcular ese usuario? ¿El total de filas? ¿Cuántas filas tienen una columna con un valor? ¿La media de una columna?
Al exportar los datos a un CSV pierdes ese control sobre futuras funcionalidades que aportan valor.
Por otro lado, cada cliente es muy particular. No todos los cálculos que se quieran hacer sobre esos datos son interesantes para el resto de tus clientes. Implementar cada uno de esos casos de uso puede llevar un tiempo innecesario de desarrollo e introducir ruido en la propuesta de valor del producto. Por eso es crucial validar cada uno de esos casos de uso con otros clientes para no acabar haciendo desarrollos a medida, justificando que es una mejora del producto.
Hay un último punto a tener en cuenta a la hora de valorar el desarrollo de exportar datos a CSV. ¿El cliente quiere usar tu producto para esa funcionalidad? Hay varios motivos para que los clientes quieran exportar esos datos y no usar tu producto:
Tienen otra herramienta que cumple ya esa función
No quieren compartir el know how de esa funcionalidad contigo
No quieren estar tan vinculados con tu herramienta
Se fiel a tu estrategia de producto
La estrategia del producto juega un papel fundamental a la hora de decidir cómo implantar este tipo de funcionalidades. Hay que diferenciar entre; desarrollos que son core para la visión del producto; desarrollos que tienen un papel en la visión del producto, pero no son urgentes; y funcionalidades que no juegan un papel principal o son directamente accesorios.
A la hora de evaluar estas funcionalidades contra la visión de tu empresa hay que ser riguroso. Estos criterios te pueden ayudar a identificar si la funcionalidad está alineada o no con la estrategia del producto.
Si está en el roadmap de los próximos tres meses, es un desarrollo core
Si se ha pensado, pero esta planificada para más tarde, o no aparece en el roadmap, no es un desarrollo core
Si es la primera vez que aparece esa funcionalidad, probablemente no juega un papel crítico en la visión de la empresa
Ningún usuario quiere descargarse un CSV, por eso es tentador, querer priorizar las necesidades de ese cliente antes que una fuga de datos de tu producto. Por eso hay que seguir un proceso riguroso para discernir entre funcionalidades que mejoran a tu producto y funcionalidades que simplemente complacen a ese cliente.
Exportar a CSV es un recurso que siempre aportará flexibilidad a tu producto y reducirá el riesgo de que el cliente perciba un riesgo de vendor lock in. Por otro lado, al desarrollarlo exigirá que el equipo de producto haga una buena labor de identificar cuáles son esos casos de uso que realizan los clientes fuera de la herramienta para poder seguir enriqueciendo el producto.
La próxima vez que un cliente te pida que cuando va a estar la funcionalidad de exportar a CSV, ten preparada la lista de preguntas para entender mejor que quiere hacer con esos datos.
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