Hace años, cuando empecé en producto, encontré este video de Uri Levine que me cambió la forma de plantearme el desarrollo de producto.
El video merece la pena, por lo que no quiero hacer un resumen sobre él. Sólo quiero destacar lo que implica cambiar el enfoque de estar enamorado del problema en vez de la solución. Para la mayoría de product managers, su producto es en cierta medida su pequeña creación y, como tal, es fácil enamorarte de él.
Un buen product manager, por encima del botón que resuelve el problema de una forma elegante, está profundamente enamorado del problema. De todos sus matices e implicaciones. De las cien formas distintas que aterroriza a sus clientes y de cada edge case que hace que un Excel no pueda resolver el problema.
Enamorarse del problema tiene varias implicaciones.
Te enamoras de las partes buenas del problema, como el hecho de que tus clientes te pagan por ello. Eres capaz de apreciar por qué resolver el problema es valioso para ellos y, además, eres capaz de cuantificar y capturar ese valor.
También te enamoras de las partes repudiables del problema, aquellas que tus competidores temen y que tu equipo de desarrollo lucha día tras día por mantener a raya. Todo lo que gira alrededor del dolor del problema es la parte crítica del desarrollo de producto.
Al final, lo que te hace ser un buen product manager es poder encontrar esa visión que ataca a tu problema de una forma que nadie antes había pensado y te permite generar un negocio alrededor de ello. Esto implica hacerlo con una solución que resuelva, unos costes asumibles, ser capaz de llegar a los clientes, …
Cuando no estás enamorado del problema, es fácil que a tu producto siempre le falte algo. Si no entiendes bien el problema, todos tus usuarios es alguien genérico que necesitas “cosas”. Tus clientes quieren pagar a veces por el producto. Es decir, cuando no estás enamorado del producto, todos los aspectos que giran alrededor se complican y empiezan a carecer de definición.
Hace dos semanas, Uri fue al podcast de Lenny y estuvo contando su experiencia a la hora de descubrir ese problema de los usuarios en Waze y cómo ese problema, a medida que iban abriendo nuevos países y adquiriendo más usuarios, fue evolucionando hasta lo que es Waze hoy.
Estoy seguro de que, si Waze mañana quebrase, Uri encontraría 10 productos exitosos alrededor de los problemas que Waze solucionaba, todo porque su entendimiento del producto era profundo.