Empecemos a hablar de producto (digital)

¿Por qué un blog de producto? Empecemos por el principio.

La gestión de producto lleva ejerciéndose desde 1931, cuando empresas como P&G o Toyota entendieron que su éxito dependía de una buena gestión de sus productos. En los años 70 el ordenador personal irrumpió en multitud de hogares y con ellos la gestión de producto entró en el mundo del software de la mano de Microsoft, Oracle o SAP. Estas empresas comenzaron a utilizar prácticas de gestión de productos físicos para sacar al mercado las primeras versiones de lo que hoy en día conocemos como un producto digital.

Hasta este momento, el ciclo de vida de los productos de software era muy similar al ciclo de vida de los productos físicos. Se empezaba por una fase de recopilación de requisitos, a continuación se diseñaba técnicamente el producto, se programaba, pasaba por unas pruebas de calidad y se distribuía a los clientes. Este proceso, suponía entre 1 y 3 años desde la recopilación de necesidades hasta la llegada al consumidor. Estos tiempos tan largos de entrega complicaban la evaluación de los desarrollos realizados, ya que el único indicador de éxito que había era la venta global del producto. En este contexto, dónde tu competidor tardaba 18 meses en copiarte una idea, el ingenio jugaba un papel crucial en la estrategia de producto. Por ejemplo, cuándo Apple sacó la posibilidad de elegir distintas fuentes en el editor de texto, lo rompedor fue la idea.

Hoy en día, en equipos de alto rendimiento de producto, una nueva funcionalidad puede estar en manos de los clientes en menos de una semana. Aquí hablamos de ejecutar todas las tareas de diseño técnico, desarrollo, calidad y distribución en una semana. Con este contexto las ideas dejan de tener tanto valor, ahora es la ejecución la que marca la diferencia. La sección de productos recomendados de Amazon está replicada en casi todos los marketplaces, ahora bien, no todos facturan 513 mil millones de dólares al año.

Para mí, el gran cambio que hemos tenido en los últimos años y el motivo por el que el rol de producto ha evolucionado tanto en la última década ha sido por la adopción globalizada de internet para la distribución de nuevas versiones de software. Los productos digitales, ahora, son altamente escalables y flexibles en cuanto a su desarrollo y distribución, lo que significa que los usuarios pueden acceder a ellos desde cualquier lugar y en cualquier momento. Además, los productos digitales suelen tener un modelo de negocio basado en la suscripción, lo que significa que los usuarios pagan por el acceso continuo a un servicio en lugar de pagar de golpe por un producto en particular. Esto reduce la barrera de entrada de muchos consumidores a la hora de contratar alguno de estos servicios de manera puntual (paga HBO, cuando sale la nueva temporada de Juego de tronos).

Entonces, ¿Cómo podemos asegurar el éxito del producto, con un sinfín de ideas, que nuestros competidores pueden sacar al mercado en el mismo tiempo o menos que nosotros? ¿Cómo podemos identificar qué ideas harán que nuestros clientes nos valoren mejor que a nuestros competidores?