La aparición de ChatGPT ha marcado un antes y un después. Pero sobre eso ya hay demasiado escrito. Según algunos gurús, puede mejorar por diez tu productividad, según otros, nos convierte en borregos sin pensamiento crítico. Hay influencers que se están volviendo millonarios gracias a esta herramienta y otros que pronostican el fin de los trabajos de oficina. Pero este es un artículo distinto, hoy quiero analizar cómo podemos utilizar ChatGPT para mejorar un proceso de negocio un tanto peculiar.
Estas vacaciones he estado hablando con Celia: una chica inglesa de 35 años que trabaja para Cartier y que según me ha contado, tiene mucho dinero gracias a un trabajo extra que no requiere mucho esfuerzo.
Nos conocimos accidentalmente a través de un mensaje de WhatsApp.
Se lo que estáis pensando. Si, es una estafa. Pero que queréis que os diga, la curiosidad me puede. Podría haberme dicho que era un príncipe nigeriano, pero no, fue mucho más sutil. Así que me aventuré a conocer cómo era el proceso de estafa de Celia. Los dos primeros días estuvieron cargados de conversaciones preparadas. La foto después del partido de tenis (dónde se pueden ver los pendientes y el colgante de diamantes), un libro sobre finanzas, otra foto en el coche conduciendo… Ella tenía que ganarse mi confianza antes de intentar timarme, así que le seguí el juego. Y de repente, el segundo día me contestó con una frase que hizo que se me helase la sangre. Estaba hablando con ChatGPT.
«I think I can understand how you feel. Deleting social network accounts is an effective way to disconnect from the virtual world in pursuit of a more balanced and healthy life.»
¿¡Pero quién escribe así!?
No es descabellado, ChatGPT puede mejorar tu productividad por diez, incluso si estas estafando a alguien. Es verdad que, si intentas pedirle a ChatGPT que te ayude a estafar a alguien, su respuesta es bastante directa.
Pero de la misma forma que te puede ayudar a redactar un correo, puede ayudarte a contestar preguntas que no sabes muy bien cómo abordar.
Desde ese momento, he estado pensando cómo Celia podría mejorar su proceso de estafa aplicando una mentalidad de producto.
Todo este ejercicio es teórico, no recomiendo ponerlo en práctica bajo ningún concepto.
Mejora del proceso de captación de leads
La captación de leads es un problema en todos los negocios. Si utilizas técnicas masivas los leads son de menor calidad y por tanto, convierten peor. Por ejemplo, cuando mandas un email masivo, sin personalizar, las probabilidades de que alguien te conteste son bajas. Por el contrario, si empiezas una conversación por WhatsApp sobre temas cotidianos y eres capaz de generar interés en tu víctima, el lead pasa a estar mucho más cualificado. Este bloque de captación se puede automatizar con ChatGPT, no para estafar, si no para atraer y cualificar potenciales víctimas.
Tanto WhatsApp cómo OpenAI tienen APIs abiertas. Sería sencillo crear una aplicación que usase ambos servicios para que una persona mantuviese una conversación con ChatGPT, sin que la víctima sepa que está hablando con un ordenador. Esto ya se ha visto en casos de uso como el de LuzIA.
Además, esta conversación puede estructurarse para que el chatbot vaya cumpliendo una serie de hitos de tal forma que se prepare a la víctima para la estafa.
Si pensamos en un proceso de estafa tradicional en base a llamadas, estás automatizando el proceso con más volumen haciendo que el coste de adquisición de un lead sea del orden de céntimos de euros.
Personalización de la estafa a la víctima
Cuando Celia me propuso su misteriosa máquina de imprimir billetes, entendía las distintas piezas de las que hablaba y a nivel básico cómo funcionaban. Depositaba USDT, una criptomoneda, en un contrato inteligente y a cambio recibías stake rewards con los que generabas el beneficio. Esta es la página web que me compartió para invertir.
Sin embargo, ese no tiene por qué ser el caso. Podría haber salido espantado al oír la palabra cripto, lo que habría sido un drama después de sus 4 días de esfuerzo conociéndome y ganando mi confianza. Si por el contrario, Celia y su equipo hicieran una estafa a la carta para cada víctima, su ratio de éxito sería mucho mayor.
Evidentemente hacer esta personalización manualmente para cada caso no tiene sentido, pero automatizada abre un nuevo abanico de oportunidades. Esta personalización consistiría en adaptar el contenido de la estafa al perfil del usuario. Para personas con menos conocimiento tecnológico se podría ofrecer estafas menos tecnológicas como una co-inversión en ladrillo, o la compra masiva de tulipanes holandeses. Gracias a toda la información recabada por el chatbot en la captación del lead, se podría categorizar a cada individuo en función de riesgo que estaría dispuesto a asumir, el tipo de activo en el que invertir, la cantidad... y en base a estos datos crear estafas más afines.
Otras mejoras
Los estafadores ya están empezando a aplicar estas nuevas tecnologías a sus procesos de estafa. Sin ir más lejos, el cobro está llegando ya a un nivel de madurez bastante elevado. Ya no se piden sobres con dinero, o transferencias o pagos con tarjeta a través de internet. Ahora el blockchain ha permitido que el caco, pueda cobrar directamente sin exponerse a que le pillen. Además, todas las plataformas de cripto-wallet hacen que cada vez sea más fácil crear una billetera, meter fondos a través de una tarjeta de crédito y lanzarte a la inmensidad del criptomundo.
Es verdad que, el equipo de Celia, hizo una integración entre la web y el monedero del navegador francamente mala. De hecho, si hasta ese momento no habías sospechado, ese “confirm” sin la C mayúscula dentro de ese pop-up debería haberte hecho cerrar el navegador de golpe.
Siempre que recibo un mensaje de un estafador me vienen a la cabeza las Ted Talks de James Vielch.
El motivo por el que James habla con estafadores es para hacerles perder el tiempo. De esta forma, no pueden estafar a otras personas. Pero claro, si estás hablando con un chatbot… no le haces perder el tiempo a nadie más que a ti. Me gustaría saber qué opina James de todo esto y si a él se le ocurre algo para volver a hacer este juego divertido otra vez.
No os preocupéis que no voy a compartir estas ideas con Celia. Esto queda entre tú y yo. Cuando leemos artículos sobre las bondades de ChatGPT es fácil pensar que no aplica a tu industria, o que no encajaría en tu producto, pero la realidad es, que, analizando tus procesos en detalle, seguro que puedes identificar varios casos de uso donde estas tecnologías apliquen y aporten. Al final, lo peor que te puede pasar es, que tu no los implementes, pero tu competencia sí.
¡Ya tengo confirmados 2 invitados para el podcast de este año! Si quieres venir a hablar sólo quedan 8 plazas.