Diferencias entre un product manager bueno y uno malo
Oda a un artículo clásico de producto
Hace 15 años Ben Horowitz escribió Good product manager, bad product manager para su equipo de producto. En este documento reflejó todas sus expectativas de cómo tenía que actuar un buen product manager y cómo lo hacía uno malo.
Puede que algunas frases hayan perdido fuerza con el tiempo, aun así, el documento sigue siendo de lectura obligatoria para cualquier product manager. Este verano he decidido adaptarlo para uso interno en Clevergy. Espero que os guste.
Product manager bueno, product manager malo
Estrategia y visión
Un product manager bueno define una visión clara de su producto y la comunica efectivamente. Un product manager malo cambia de rumbo con frecuencia y desorienta al equipo.
Un product manager bueno entiende cómo convive su producto en el mercado en relación a competidores, clientes y proveedores. Un product manager malo asume que su producto es mejor que el de sus competidores, que sus clientes quieren comprarlo y que los proveedores no se convertirán en competidores. Un product manager malo no analiza ni comprende la dinámica competitiva ni la cadena de valor, lo que limita la posición estratégica del producto en el mercado.
Un product manager bueno conoce a fondo las necesidades de los clientes y entiende los problemas que intentan resolver. Un product manager malo transcribe requisitos para el equipo de desarrollo. Un product manager bueno pregunta a sus clientes buscando problemas. Un product manager malo pregunta a sus clientes que nuevas mejoras desarrollar para su producto.
No creo que el product manager tenga que ser el CEO del producto, pero sí que tiene que ser su mano derecha para asegurarse de que haya una visión y una estrategia sobre la que se pueda construir el producto. Tiene que ser el que mejor entienda y empatice con el cliente y con el usuario y ser capaz de transformar esa empatía en negocio para la empresa.
Desarrollo y priorización
Un product manager bueno prioriza funcionalidades, considerando el valor para el usuario, el esfuerzo de desarrollo y los riesgos de implementación. Un product manager bueno valida el valor de la funcionalidad antes de desarrollarla. Un product manager malo sobreestima su valor. Un product manager bueno trabaja con el equipo de desarrollo para entender el esfuerzo y ajusta el alcance para entregar y validar el valor rápido con clientes. Un product manager malo utiliza las estimaciones para entender cuanto tiempo estará ocupado el equipo.
Un product manager bueno integra nuevas funcionalidades, dentro de un marco global del producto, para que todos sus clientes las utilicen. Un product manager malo incluye funcionalidades aisladas, esperando que otros clientes las encuentren útiles. Un product manager malo arregla los problemas de su producto, un product manager bueno evita que estos problemas ocurran.
No quiero un product manager que gestione al equipo de desarrollo. Eso, que lo haga el manager de ingeniería. El product manager trabaja mano a mano con el equipo de desarrollo para entregar al cliente el mayor valor posible. Su trabajo es descubrir qué se entrega a continuación.
Toma de decisiones basada en datos
Un product manager bueno define métricas para su producto que permitan medir su éxito en el largo plazo. Un product manager malo se fija en vanity metrics y lagging indicators. Un product manager bueno utiliza datos para tomar decisiones. Un product manager malo utiliza datos para justificar sus opiniones.
Un product manager bueno define cómo se mide el éxito de una nueva funcionalidad. Un product manager malo utiliza métricas de otros productos que son genéricas o no relevantes. Un product manager bueno elimina funcionalidades que cumplen los objetivos de éxito. Un product manager malo considera que toda funcionalidad aporta valor al usuario final.
Un product manager bueno consulta directamente las fuentes de datos para dar respuesta a sus preguntas. Un product manager malo pide esas consultas al equipo de desarrollo.
El éxito de un product manager depende del éxito de su producto. El product manager es responsable de justificar cómo su producto contribuye a los objetivos de negocio de la empresa de manera empírica. Es responsable de asegurarse de que lo que no suma resta.
Colaboración con otros equipos
Un product manager bueno trabaja con el resto de la organización para garantizar el éxito de su producto. Un product manager malo crea barreras alrededor del equipo para mejorar su productividad.
Un product manager bueno anticipa las necesidades de marketing, ventas, customer success y operaciones preparando documentación que facilite el trabajo al añadir nuevas funcionalidades al producto. Un product manager malo se queja que la carga de trabajo que generan estos departamentos.
Un product manager bueno trabaja con los departamentos para identificar riesgos y definir estrategias conjuntas para mitigarlos. Un product manager malo relativiza los riesgos identificados e intenta cubrirlos haciendo malabares.
El product manager tiene que ser el máximo embajador de una cultura de producto transversal dentro de la empresa. Habrá departamentos, pero la empresa tiene que trabajar como un equipo. Los miembros de los buenos equipos son proactivos y colaboran sin esperar un aplauso a cambio.
Cultura de trabajo
Un product manager bueno comunica eficazmente de forma hablada y escrita. Un product manager malo divaga al hablar y no es conciso al escribir. Un product manager bueno escucha antes de aportar a la conversación. Un product manager malo contesta rápido cuando se le presenta la oportunidad. Un product manager bueno comunica los asuntos importantes de manera escrita y proponiendo soluciones a los problemas que identifica. Un product manager malo comunica verbalmente los problemas y sin estructurar ningún tipo de propuesta.
Un product manager bueno comprende las preocupaciones y desafíos de su equipo y trabaja para crear un entorno de trabajo colaborativo y motivador. Un product manager malo descuida esta faceta del equipo de trabajo generando climas disfuncionales de trabajo.
Un product manager bueno pide ayuda cuando no encuentra solución a un problema. Un product manager malo calla, cuando no sabe seguir.
Un product manager es responsable de generar unas condiciones de trabajo óptimas para todo su equipo. Tiene que usar la comunicación y la empatía a la perfección con el resto del equipo para fomentar estas condiciones.
Gestión del tiempo
Un product manager bueno valora su tiempo y el del resto del equipo. Intenta resolver sus problemas de forma autónoma y en última instancia, cuando necesita ayuda, involucra a otros miembros del equipo. Un product manager malo pregunta a sus compañeros antes de buscar la solución.
Un product manager bueno convoca reuniones con un objetivo y un tiempo delimitado. Las prepara e invita únicamente a las personas necesarias. Un product manager malo convoca reuniones para tratar temas abiertos e invita a miembros del equipo por si fueran necesarios durante la reunión.
Un product manager bueno alinea al equipo y se anticipa a malentendidos haciendo preguntas difíciles a tiempo. Un product manager malo termina las conversaciones sin tener un alineamiento claro, lo que lleva a malentendidos y retrabajos.
Muchos product managers caen en la rueda de estar todo el día reunidos en reuniones de sincronización. Es su responsabilidad reducir este tiempo a través de una comunicación efectiva que les libere a ellos y al equipo para poder hacer más trabajo productivo.
Adaptabilidad
Un product manager bueno busca continuamente oportunidades de aprendizaje y se mantiene al tanto de las tendencias y avances en su industria. Un product manager malo se considera experto en su dominio y no hace esfuerzos por mantenerse al día, lo que le lleva a la toma de decisiones desinformadas.
Un product manager bueno es flexible al cambio. Un product manager malo mantiene su planificación para cumplir objetivos autoimpuestos.
Un product manager bueno modula su nivel de interlocución ante distintos stakeholders. Un product manager malo da demasiados detalles a los directivos y poco contexto al equipo de desarrollo.
Un product manager bueno acepta críticas constructivas y las utiliza para mejorar. Un product manager malo encuentra formas de justificar esas críticas protegiéndose de ellas.
Vivimos en un sector que cambia muy rápido. Un product manager tiene que estar al día de competidores, el sector y las tendencias. Un product manager rígido creará un producto obsoleto.
Este artículo no pretende ser la descripción de un product manager perfecto. Esta es mi lista de cualidades a las que aspiro llegar. Hoy en día ser product manager puede evaluarse de muchas formas dependiendo de la empresa en la que estes. Cómo dijo Ben cuando escribió Good product manager, bad product manager:
Si comunicas las expectativas con claridad, podrás trabajar con tu equipo en el día a día y crecer como empresa.
Me encantaría escuchar cuales os han llamado la atención y por supuesto, si me he dejado alguna crítica.
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Me ha gustado mucho este artículo, hace mucho que lei el libro y esta es una buena manera de absorber los puntos clave.
Uno de los retos clave que veo es el cómo recordar este Mindset para no caer en patrones negativos de tanto en tanto - el mal Product Manager-
¿Qué tácticas implementas en tu día a día para no recaer en los malos hábitos?