Hace unas semanas me invitaron a hablar en Before you scale, un podcast sobre startups que están en la fase de 0 a 1.
Durante la entrevista, se me quedaron algunas reflexiones en el tintero que me gustaría compartir.
Desarrolla como si lo fueras a tirar
Durante los primeros meses tienes que desarrollar pensando que cada línea de código se va a tirar. La realidad es que al empezar no tienes ni idea, de qué funcionalidades gustarán a tus usuarios y cuáles no. Durante el primer año de Clevergy, recuerdo que hubo por lo menos 3 momentos en los que pensábamos que estábamos desarrollando la funcionalidad que llevaría al producto al siguiente nivel y más tarde, terminaron borrándose.
Cuanto menos tiempo dedicas a desarrollar una funcionalidad, menos apego generas y más fácil resulta eliminarla cuando te das cuenta de que no aporta tanto valor como habíais imaginado.
Además, dedicar menos tiempo a cada funcionalidad, hace que puedas probar más cosas, maximizando tus posibilidades de encontrar algo que funcione. En contraste a esas 3 funcionalidades que borramos, en Clevergy mantenemos otras 12 que se desarrollaron durante el primer año. Algunas de ellas van por la tercera iteración y las más potentes por la décima.
Diseña para un usuario y un flujo
Tener en cuenta muchas opciones a la hora de plantear flujos de onboarding para distintos usuarios, no es una buena estrategia cuando estas empezando. Es tentador ir incorporando estos flujos al hablar con clientes y así ganar más usuarios para tu producto pero al hacer esto se te presentarán estos dos problemas.
El primer problema es que con cada flujo que incorporas, multiplicas el número de ajustes que tienes que hacer en el resto del producto, haciendo que las futuras modificaciones sean más complicadas.
El segundo problema es que, en una fase tan temprana, no tienes certezas sobre cuál será el colectivo que finalmente haga que tu producto triunfe. Esto quiere decir, que estarás invirtiendo tiempo que podrías dedicar a desarrollar más funcionalidades para tus usuarios, en acomodar el resto del producto a este nuevo grupo.
Al final de este proceso, acabas con un producto más complicado de gestionar, pero que entrega el mismo valor al usuario final. Es mejor dar con una solución que da el doble de valor a tus usuarios, que la mitad de valor al doble de usuarios. Una vez tienes el producto claro, extenderlo a otros groupos es más sencillo, que descubrir esas funcionalidades ocultas.
Habla con tu cliente, no con el usuario
En producto, nos pasamos el día hablando del usuario. Y no seré yo quien diga que no hay que hablar con los usuarios. Aun así, si priorizas al usuario, por encima del cliente demasiado pronto, acabarás con un producto adorable que nadie querrá comprar. Si tienes la suerte de ofrecer un producto B2C, tu tarea se simplifica, pero si tu producto tiene es B2B, asegúrate de que estas resolviendo los problemas de la persona que paga, no de la persona que usa. Cuantas veces hemos oído la frase de “esto tiene que pasar por compras”. Compras dirá que sí, si alguien dentro de la organización dice que el producto aporta más valor que el coste de la licencia.
Hablar con tu cliente, tiene otra ventaja que a veces se nos pasa por alto. Tu producto, aunque bueno, tiene una capacidad finita de generar dinero. Quien mejor que el cliente, que ya confía en ti, para sugerirte que nuevas funcionalidades incluir en el producto, para poder cobrar más por él.
La fase de 0 a 1 en producto es emocionante. Puedes permitirte sacar un formulario en vez de una aplicación, actualizar una web estática manualmente por la noche o incluso cambiar una imagen por una funcionalidad para validarla. También es verdad que es la fase sobre la que menos se ha escrito sobre producto. Si intentamos aplicar las técnicas que nos cuentan a través de los libros ex-PMs de Apple, Google o Airbnb a estos productos incipientes, podemos morir en el intento. Si intentamos monitorizar todos los eventos , realizar tests A/B para cada nuevo desarrollo o incluso implementar escalabilidad infinita como si el producto fuera maduro, podemos terminar con el dinero de la cuenta del banco antes de haber aprendido nada. Espero que la iniciativa de Before you scale os guste tanto como a mí, por dar visibilidad sobre cómo empezar a dar los primeros pasos en un contexto con tanta incertidumbre.
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